Pages

Saturday 29 September 2018

La izquierda orco odia la belleza.

Yo, sin embargo, no odio a los millonarios, ni tampoco a la gente guapa; de hecho, soy fan de los Beckham desde los 12 años. Al principio, porque era un prepúber y, ahora, porque han sabido reciclarse y mantener su fortuna a largo plazo. A mí lo que me envenena es saber que hay militantes de determinada izquierda que han tenido una trayectoria académica mejor que la mía, y no tengo hígado suficiente para depurar tanto veneno.

Sois los hijos de los burócratas y lo habéis tenido todo: carrera (sin preocuparos por tener dinerito o no para vuestros gastos), matrícula gratis, pisito de papá en el centro, coche propio, que no habéis pagado vosotros; viajes intercontinentales en temporada alta, estudios de doctorado, y hasta habláis inglés mejor que yo, que soy profesor de inglés. Pero ¿os jode que haya gente más rica y más guapa que vosotros? 😏

Para la izquierda solo puedes destacar y/o prosperar si estudias un posgrado —habiendo tenido previamente la disciplina militar para memorizar 10 y conseguir un 10— o preparas oposiciones, con las mismas aptitudes. Pero como tengas cualquier otra dote —del tipo que sea— distinta de su sobresaliente capacidad memorística, vendrán a macharte con la envidia.

Os voy a decir una cosita: tengo derecho a disfrutar de la belleza, y a recrearme —como a mí me parezca oportuno— en la contemplación de la misma. Pero no me gasto mi dinero en «pluralidad». Para ver «pluralidad», me voy a Sangenjo en agosto, que tengo allí «pluralidad» de sobra.

Envidiosos de mierda.


From Pixabay. Free of copyright.